El Manto Blanco es una orden religiosa benevolente formada hace años por el venerado Saul D’Alessio. Como el Gobierno Real de Kryta, el Manto Blanco se dedica a difundir los principios de los Ocultos y defender la tierra del mal.
Saul D’Alessio era un pecador. Un jugador, borracho y ladrón que fue exiliado de Kryta a causa de sus numerosos delitos. Este individuo imperfecto no estaba buscando sabiduría ni expiación cuando se adentró en el bosque, pero encontró ambas cosas cuando los Ocultos se revelaron ante él y le desvelaron sus secretos. Tras recibir su sabiduría ancestral, Saul D’Alessio salió del bosque como un hombre transformado, ataviado con un manto blanco que reflejaba la pureza de su alma; tal es el poder transformador de los Ocultos.
Saul reveló las enseñanzas de los Ocultos a una Kryta gobernada por una monarquía en decadencia, que veneraba a falsos dioses y se sentía amenazada por los invasores charr. Su mensaje de esperanza caló en la población y fue especialmente relevante en el momento más oscuro de la historia de Kryta, cuando los rabiosos charr amenazaban la supervivencia de la región. Con un ejército de seguidores ataviados con un manto blanco y la bendición de los Ocultos, Saul D’Alessio consiguió repeler la invasión de los charr; pero sacrificó su vida para lograrlo. Hoy, los ciudadanos y residentes de Kryta veneran a Saul D’Alessio como el hombre que dio su vida para que ellos pudieran ser libres.
Tras la guerra, el Manto Blanco asumió el control de Kryta y devolvió la tierra al pueblo. Era un periodo de paz y prosperidad. Cada año, el Manto seleccionaba a los ciudadanos más indicados de Kryta para que estudiaran las enseñanzas de los Grandes Maestros en el Templo de los Ocultos. Aunque los elegidos recibían el regalo de la iluminación final, se extendieron rumores blasfemos sobre su destino entre los ignorantes.
Un grupo de rebeldes monárquicos, conocidos como la Hoja Brillante, comenzaron a realizar acusaciones falsas y generar preocupación entre el pueblo. Estos asesinos irreverentes se ocultaban en el bosque, atacando cobardemente al Manto y evitando enfrentarse en combates honorables. La traición de esta escoria monárquica supuso muchas bajas para el Manto Blanco. Muchos auténticos sirvientes de Kryta fueron víctimas de la magia pagana o cayeron a causa de cobardes ataques por la espalda.
Hoy, el Manto Blanco ya no cuenta con tantos servidores como antaño, pero tenemos fe en los Ocultos y la fuerza que nos otorga el camino recto. Los Ocultos otorgan su sabiduría y paz a los creyentes, y causan la muerte de los rebeldes y herejes.
Son los Portadores de la sabiduría, los Ojos que todo lo ven y los Salvadores silenciosos de Kryta. Los llamamos los Ocultos porque sólo unos pocos afortunados pueden estar en su presencia sin perder el juicio ante su magnificencia sobrenatural. El resto deben recibir las enseñanzas de los Ocultos a través de sus emisarios designados, el Manto Blanco. Cumplir las normas del Manto Blanco es cumplir las normas de los Ocultos.
Los blasfemos sostienen que los Ocultos no son dioses, sino hechiceros demoníacos. Si escuchas a cualquier habitante de Kryta difundiendo tales mentiras y falsedades traicioneras, debes informar de inmediato al miembro del Manto Blanco más cercano para que sea posible reeducar al infiel.
El exaltado líder del Manto Blanco y de Kryta, el Confesor Isaiah, es un gobernante justo y benévolo cuya sabiduría sólo es igualada por su humilde piedad. Otrora discípulo del venerado Confesor Dorian, ahora lidera el Manto Blanco siguiendo el ejemplo de su difunto mentor.
Todos los ciudadanos de Kryta respetan y reverencian al Alto Inquisidor Toriimo, un humilde siervo de los Ocultos. Toriimo asegura que en Kryta se administra justicia con presteza y ecuanimidad. Los puros y justos no tienen nada que temer de Toriimo, pero ¡pobre del conspirador y del hereje!
Todos los niños de Kryta ansían la visita de la Inquisidora Lovisa a sus aldeas. Siempre trae consigo dulces para los más pequeños y sabiduría de los Ocultos para los mayores. ¡Pocos inquisidores gozan de tanta estima como Lovisa!
Para ayudar a cumplir la ley y proteger a los ciudadanos de Kryta de los asesinos de la Hoja Brillante, el Manto Blanco ha reclutado pacificadores voluntarios. Estos corteses vigilantes se reparten por toda Kryta atendiendo cada punto de control, escoltando caravanas, ayudando a los granjeros y persiguiendo a los traidores.
¡La próxima vez que te cruces con un pacificador, no te olvides de agradecerle su ayuda para mantener Kryta a salvo!
La Farsante, conocida como la “Princesa” Salma entre traidores y paganos, insiste en reclamar ilegítimamente el trono de Kryta. Hija de una desacreditada sacerdotisa, ahora lidera a un puñado de rebeldes y forajidos que merodean por los bosques.
El Manto Blanco y el Gobierno legítimo de Kryta advierten a todos los ciudadanos de que Salma y su séquito están bien armados y se les considera muy peligrosos. Comunicarse con ella o ayudarla de cualquier modo es un acto de sedición muy grave.
La Hoja Brillante es una banda de ladrones pusilánimes que se dedican a asaltar a inocentes ciudadanos de Kryta y a quebrantar la ley, el orden y la verdad que conforman los pilares de nuestra sociedad. Esta escoria monárquica se refugia en bases escondidas en los bosques, desde donde maquinan cómo sentar a Salma, la Farsante, en un trono de mentiras. Liderada por Bartholos el Bárbaro, la Hoja Brillante secuestra a los jóvenes sanos de las granjas de Kryta para servir como esclavos soldados y participar en sus obscenos rituales paganos.
Se desaconseja todo contacto con los operativos de la Hoja Brillante por riesgo de ser secuestrado y sometido. Aquellos que proporcionen socorro y auxilio a la Hoja Brillante serán considerados culpables de sedición y tratados como traidores.
Atraídos por el olor a sangre y miseria, estos chacales de Ascalon han arribado a Kryta para sacar tajada de la tensión actual en la región. La Hoja Brillante ha contratado a estos bandidos para cometer actos de barbarie y extender el miedo por toda la zona. Los ciudadanos de Ascalon asentados en Kryta pueden simpatizar con la Vanguardia de Ébano y se les considerará sospechosos. Recuerda: ¡confraternizar con el enemigo es un acto de sedición muy grave!
Salma, la Farsante y su escoria de la Hoja Brillante han requerido los servicios de un par de asura conocidos como Zinn y Blimm, que han estado llevando a cabo extraños experimentos con fines impíos. Los asura son demonios retorcidos de los que hay que desconfiar. Si ves a alguno, no cruces ni una palabra, date la vuelta con cautela e informa de ello al Manto Blanco.
Considerando que la paz y seguridad de las buenas gentes de Kryta se han visto amenazadas últimamente por las perniciosas acciones de una banda aislada de bribones rebeldes, por la presente decretamos nuevas medidas de protección por el bien común.
Primera, nadie deberá estar fuera de su hogar entre la puesta y la salida del sol sin un Permiso para Actividades Nocturnas en Tiempos de Guerra. Dicho permiso deberá solicitarse a los leales Gobernadores Provinciales.
Segunda, los viajes entre provincias sólo estarán permitidos a aquellos que porten un Permiso de Viaje en Tiempos de Guerra. Dicho permiso también deberá solicitarse a los leales Gobernadores Provinciales.
Tercera, toda reunión deberá limitarse a un máximo de seis personas.
Por cuanto estas medidas de seguridad permitirán al Manto Blanco identificar las actividades de los rebeldes y proteger a las gentes de Kryta de las maliciosas tentativas de los mencionados rebeldes, se solicita la colaboración de todos los ciudadanos y residentes. Toda persona que vea a otra contraviniendo estas leyes debe informar ipso facto a un magistrado del Manto Blanco para que se adopten las medidas oportunas.
La verdad es nuestra mejor arma.
Se hace saber que toda persona que propague infundios para ayudar a los traidores o para defender sus acciones será ajusticiada por sedición. Los condenados serán internados en un campo de reeducación y se les confiscarán todas sus propiedades.
Los actos de sedición incluyen, sin limitarse a ellos: difundir mentiras y rumores blasfemos sobre los Ocultos, proporcionar socorro y auxilio a los traidores, ocultar la verdad a los agentes del Manto Blanco debidamente designados, no ofrecer techo y comida a los agentes del Manto Blanco, estar en posesión de mercancías de estraperlo, la idolatría, los viajes no autorizados y, en general, los actos de herejía.
Si sabes de alguien que haya cometido alguno de los actos de sedición mencionados anteriormente, es tu solemne deber informar de ello al Manto Blanco de manera inmediata a cambio de una generosa recompensa y del favor perpetuo del Manto Blanco. Ten presente que no informar de dichos actos de sedición es un acto de sedición en sí mismo.